jueves, 11 de septiembre de 2008

Historieta y Bicentenario:

Muchos hablan del bicentenario, que está ad portas del advenimiento para el año 2010. Y quería compartir una impresión sesgada en lo concerniente al movimiento historietista que se percibe en el ambiente. La historieta es un arte fascinante, que lamentablemente está subvalorado en nuestro país. Quizás, esto se deba a que siempre observamos hacia afuera de nuestras fronteras para compararnos con la elite mundial que se haya en medidas generales entre Estados Unidos y Europa como expositores máximos. Pienso, que es tedioso hacer este tipo de comparaciones, ya que si bien hasta cierto punto son positivas, no es menos cierto que estamos comparando realidades diametralmente opuestas. Esto lo sustento marcando la diferencia entre lo artesanal y lo profesional. A mí me encantaría que este arte brindará la posibilidad a muchos artistas del medio local (Entiéndase guionistas, dibujantes, coloristas, etc.) a dedicarse cabalmente a esta actividad, sin tener que “perder el tiempo” en otros asuntos en los cuales no se desarrollan de manera plena. Somos muchos los que disfrutamos de este arte, y que hacemos esfuerzos superlativos para publicar nuestras propuestas, quienes estamos llamados ha profesionalizar nuestro pasatiempo. Además mancomunadamente debiésemos enfocarnos en difundir este arte entre las demás personas, y que se percaten que hay innumerables historias que pueden estar al alcance de sus manos, las cuales son diversas en sus formas y fondos. Pero que al final buscan contar y divulgar sus ideas.
Es pos esas razones, que aprovechando la época cercana al bicentenario se debiese” meter ruido” a diversos entes gubernamentales y privados para conseguir fondos que permitan publicar. Es cosa de atreverse, sino fuese así, mejor sería irse para la casa a leer comics extranjeros que si bien son buenos, no son representativos de nuestra idiosincrasia.
Sencillamente debemos creernos el cuento de que somos capaces de crear trabajos de calidad que puedan permanecer en el mercado más allá de un par de números sueltos. Disculpen si me excedí, ya son las últimas líneas, y tan solo me queda desear buenas vibras, de parte de Mitomanocomics a todos quienes desde su imaginación son capaces de crear ilusiones.