Creo que la contingencia mundial imperante en estos momentos da para entrelazarla con una tribuna dedicada al espacio de los comics. Por un lado está la crisis financiera que es un excelente argumento para abordar. Desde ese punto podemos crear una madeja de historias pequeñas que se cohesionen para armar una idea a gran escala. También está la bullada elección que se avecina en Los Estados Unidos De Norteamérica con el republicano John McCain y el demócrata Barack Obama. No sé porque debiese referirme a ellos en esta columna, pero pienso que es transversal a todo nuestro acontecer. No en vano, incluso se han elaborado comics que narran y muestran a grandes rasgos parte de sus vidas. Creo que independientemente de la postura política que una persona profese no debiésemos mirar estas tácticas de manera tan lejanas.
Sería provechoso que en Chile en época de elecciones algunos dibujantes y guionistas se tomasen el tiempo para desarrollar un comics sobre lo que será la próxima elección de presidentes. Un empresario versus los candidatos que se promulguen desde los otros frentes. Yo que soy un incipiente guionista trato de rescatar el comics de superhéroes desde su letargo. A mi lado cuento con un dibujante que puede dibujar lo que se proponga porque le sobra talento y paciencia. Creo que somos una buena dupla.
Muchos tratan de plasmar historias que se sientes ajenas a nuestra identidad.
Tenemos el tema del calentamiento global que nos engloba a todos por igual desde su origen, pero nos toca de manera distinta en cuanto a sus provechosos dividendos.
Podría seguir enumerando temas de los cuales se pueden crear historias y no necesariamente se debe solamente narrar historias con argumentos con nulo asidero.
Para quienes piensan que Superman, Capitán América y muchos otros personajes tienen tanto arrastre, déjenme decirles que muchos de estos nombres nacieron como respuesta a un acontecer mundial, la segunda guerra mundial, incluso al borde del chauvinismo panfletario.
Ambos personajes en cuestión están representados por los colores de la nación más poderosa del mundo y aunque hayan cambiado alguna que otra vez, siempre vuelven a sus colorcitos libertadores (rojo y azul preferentemente).
Quienes creen que no se puede lanzar un personaje con suficiente adhesión están siendo conformistas, por no decir mediocres. Ya que no basta con darles solamente caracterizaciones a nuestros personajes sino que hay que darles trasfondo y que se perciba que sus conflictos son tanto externos como internos. No importan que sean de los buenos o de los malos, pero si que sean honestos. Quizás así la gente tienda a identificarse con uno u otro. Me refiero tanto al modo de pensar como al modo de sentir de los personajes que aparecen en las viñetas.
Bueno, espero que estás líneas den espacio para comentarios. Sería entretenido saber en el futuro la tendencia política de superhéroes famosos que luchan por su país sin importar el personaje que está en el sillón presidencial. Me atrevo a asumir mi presunción de que el Capitán América pueda ser republicano, nadie que no sea fanático puede estar las 24 horas del día con la estrellitas pegadas en la frente, sin dejar de mencionar a una iniciativa como S.H.I.E.L.D.S que vigila las vidas de las personas desde el cielo y con una enorme base de datos. Superman también me parece más próximo a esta tendencia.
Por otro lado, y como no dejo de especular, me parece que flecha verde y batman, en su condición de filántropos solitarios, están más cercanos a los demócratas. Y en esta misma línea Spiderman también me parece más cercano a Obama que a McCain.
Me despido de ustedes lectores y espero que se entretengan con estos ficticios debates sobre la ideología política de los superhéroes. Quizás alguna vez podamos hacer un ejercicio así en Chile sin temor a quemarnos.
viernes, 10 de octubre de 2008
Suscribirse a:
Entradas (Atom)